16 de septiembre de 2016
Un perro ciego ayuda a personas discapacitadas.

La historia de Smiley es poco común. El perro, de raza Golden Retriever, nació sin ojos. Vivió durante años en un refugio para animales en muy malas condiciones. Compartía el poco espacio con muchos otros perros y nunca tuvo la atención que su discapacidad necesitaba.

Entonces, una mujer llamada Joanne George se decidió a adoptarlo a pesar de que era un animal agresivo, nada acostumbrado al cariño de las personas y mucho menos preparado para un entrenamiento. Con tiempo y paciencia, Joanne consiguió que poco a poco Smiley se transformara en un animal nuevo.

Una vez que ganó confianza con los seres humanos, el perro comenzó a acompañar a su dueña a las terapias que organizaba como voluntaria para personas con discapacidad. Así fue como su historia inspiraba a todas esas personas que podían sentir cómo el perro seguía adelante a pesar de no tener ojos.

Ahora se ha convertido en toda una celebridad en Canadá, y sus terapias son muy populares. Incluso llegó a aparecer en televisión junto al encantador de perros César Millán. Smiley tiene una sensibilidad especial, de ese tipo que no pasa desapercibida y que llega al corazón de todo el que le conoce.