Este gatito, alegre y juguetón, todo un aventurero y desvergonzado jovencito, malvivía con su madre por las calles de la ciudad. Siempre junto a ella, detrás de sus pasos... pero su mamá no podía darle una vida feliz, sin pasar hambre ni frio, y por eso no la gustaría más a está mamá que el pequeño Marus se convirtiéra en el niño de tus ojos.