EXPOSICIÓN NACIONAL DE ASTURIAS 2014


"JEEP DE LA VILLA Y CORTE", Mejor de Raza, Mejor de Grupo, Reserva de Best in Show
Jueces: Rafael Malo y Boris Spoliaric
Criadores y propietarios: Ana Mesto y Carlos Salas
Handler: Ana Mesto



  EXPOSICIÓN NACIONAL DE CIUDAD REAL 2013

"Bulgari de La Villa y Corte", Mejor de Raza desde clase intermedia.
Juez: Mariano Goñi
Criadores y propietarios: Ana Mesto y Carlos Salas
Handler: Ana Mesto



EXPOSICIÓN NACIONAL DE PALMA DE MALLORCA 2013

Int. Ch."Mercedes Benz de La Villa y Corte", Mejor de Raza, Mejor de Grupo y ¡¡¡BEST in SHOW!!!
Jueces: Elena Agafonova (Rusia) y Salvo Trípoli (Italia)
Criadores: Ana Mesto y Carlos Salas
Propietarios: María Torras y Pere Parra
Handler: María Torras



EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE LISBOA 2013

Int & Multi Ch."Bond 007 de La Villa y Corte", Mejor de Raza y Mejor de Grupo (BOB, BOG).
Juez: Angel Sotoca
Criadores: Ana Mesto y Carlos Salas
Propietaria y handler: Encarna Martínez



EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE CASTELLÓN 2013

Jr. Ch."Bultaco Blue de La Villa y Corte", Mejor de Raza.
Juez: Adrián Argente
Criadores: Ana Mesto y Carlos Salas
Propietarios: María Torras y Pere Parra
Handler: María Torras



1ª EXPOSICIÓN MONOGRÁFICA de la A.E.C.Y.T


Int. & Multi Ch."Bond 007 de La Villa y Corte", Mejor Ejemplar Absoluto.
Juez: Eric Bernard
Criadores: Ana Mesto y Carlos Salas
Propietaria y handler: Encarna Martínez



EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE FLORENCIA 2013 (Italia)

Int. Ch."Mercedes Benz de La Villa y Corte", Mejor de Raza.
Criadores: Ana Mesto y Carlos Salas
Propietarios: María Torras y Pere Parra
Handler: Nicoletta Pollini





S.M. la Reina Doña Sofía habló con Carlos Salas tras la entrega del Trofeo de S.M. el Rey, mostrando su gran interés por nuestras razas autóctonas


Los pasados días 25 y 26 de mayo, se celebró en el Recinto Ferial de Ifema la 85ª Exposición Internacional de Primavera organizada por la Real Sociedad Canina de España (RSCE)

30 JUNIO 2013
Alrededor de 21.000 m2 con más de 8.000 perros inscritos componían el marco de lo que se considera actualmente la exposición canina más importante de España..

Carlos Salas fue el juez encargado de elegir el Mejor Ejemplar Absoluto de la Exposición Monográfica de las Razas Españolas.

S.M. La Reina Doña Sofía asistió el domingo por la tarde para entregar el Trofeo de S.M. el Rey al Mejor Ejemplar Absoluto. Su Majestad, aprovechó para departir amigablemente con Carlos Salas y Ana Mesto, con los que mantiene amistad desde hace muchos años.

La Reina Doña Sofía comentó con Ana Mesto algunos detalles sobre la exposición.





El Yorkshire Terrier es una raza de las denominadas “de compañía”.

Su funcionalidad tiene por objeto ser feliz y hacer feliz a las personas y animales con las que convive en el hogar. Cuanto más sano, bello, cariñoso, sociable, adaptado e inteligente sea, mayor será la posibilidad de que cumpla con éxito su cometido.

La selección de estas cualidades ha sido un objetivo constante en los criadores de Yorkshire Terrier durante más de cien años y, gracias a ello, el Yorkie se encuentra entre las razas favoritas del gran público en los cinco continentes. Pero, precisamente detrás de ese éxito y popularidad indiscutibles, se esconde la amenaza que se cierne sobre su población.

La gran demanda ha llevado en las últimas décadas a una crianza sin el control, conocimientos, dedicación y responsabilidad que fueron los atributos de los criadores pioneros de la raza. Como consecuencia, hoy no resulta infrecuente encontrarnos con Yorkies tímidos, reservados, no muy sociables e incluso agresivos.

Indudablemente, detrás de estas actitudes no deseadas de un ejemplar, está la falta de selección genética, que debería apartar de la reproducción a aquellos ejemplares de yorkshire terrier que las han transmitido pero, lamentablemente, en muchas ocasiones, no sólo no se han excluído de la cría, sino que incluso, se han realizado consanguinidades sobre ellos.

Pero, también es cierto que, en muchos casos, más que una tara genética, lo que provoca comportamientos indeseados y que no corresponden al carácter típico del Yorkie, son razones ambientales, es decir, un trato inadecuado en las fases más importantes para la formación del carácter: su infancia y su primera juventud.

EL IMPRINTING, PERÍODO FUNDAMENTAL PARA LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER

Desde que los cachorros de Yorkshire Terrier tienen 20 días hasta más o menos los tres o cuatro meses, pasan por un período transcendental para su carácter que los estudiosos del tema denominan “impringting” o “impregnación”. En este período se les quedará marcada, de por vida, la sensación de pertenecer a una especie con la que luego se identificarán.



Dado que los perros van a compartir su vida fundamentalmente con dos especies, perros y hombres, es de vital importancia que en ese tiempo tengan contacto con ambas.

Para los perros, incluido el Yorkshire Terrier, el olfato es un sentido fundamental, por lo que debemos procurar, además de que nos visualicen, acariciarles y que nos huelan lo más posible durante esa etapa, a la que muchos criadores de yorkies no dan excesiva importancia, pero la tiene y mucha.

Diversos experimentos han demostrado que la falta de contacto de un cachorro con otros perros durante ese período crítico de los veinte días hasta los tres o cuatro meses, favorecerá un comportamiento futuro de mayor agresividad hacia otros perros, apego exagerado hacia sus dueños, hembras a las que les cuesta aparearse con ningún macho en época de celo, etc.

Peores aún son los condicionamientos provocados por la falta de contacto con los humanos. En este caso, el perro no establecerá con el hombre un vínculo óptimo, lo que dificultará una relación plena de adulto con él. A pesar de todos los esfuerzos que se realicen después, siempre quedará un cierto temor y desconfianza hacia la especie humana, que costará muchísimo disminuir en el futuro.

El criador de yorkshire consciente debe dedicarle un poco de tiempo diariamente a cada cachorro y procurarle algunas caricias. Algunos investigadores sugieren un mínimo de cuarenta minutos semanales de contacto humano para conseguir resultados efectivos en esta etapa. No es mucho, si tenemos en cuenta que no es necesario que el contacto sea siempre táctil y placentero. Lo importante es que el cachorro tenga la oportunidad de oler y “enfocar” a la persona, asimilándola como alguien de su propia especie.

A algunos criadores de Yorkies les produce un cierto reparo coger con la mano y acariciar criaturas tan diminutas. No existe el menor problema siempre que se tengan el cuidado y la sensibilidad necesarias.

Es una buena costumbre, para no descuidar la manipulación, pesar el cachorro yorkie dos veces al día y anotarlo en un libro de cría, con ello conseguiremos estar al tanto de su crecimiento y proporcionarle un correcto “imprinting”.

Nosotros, en La Villa y Corte, tenemos siempre presente la importancia de estas semanas para conseguir el carácter deseado en la edad adulta.

EL SENTIDO DE LA JERARQUÍA, ESENCIAL PARA UNA PERFECTA CONVIVENCIA

El perro es un ser profundamente sociable, repleto de pautas y comportamientos que le son transmitidos genéticamente y que le han servido para sobrevivir durante miles de años como grupo de caza. Estos comportamientos afloran hoy en el juego de los cachorros de una camada, en la lucha por la dominancia, en el apareamiento, en el cuidado de la madre en la crianza de los cachorros etc.

Con la integración de los perros en el “grupo humano”, también profundamente sociable, todo cambió. La obtención de comida, preocupación clave en la selección natural y base de la actividad social de la especie, ya no dependía de la labor coordinada del grupo para la caza, sino que era un don que concedía el dueño y mantenedor, o sea, el hombre. Se produce así una auténtica revolución. Toda una serie de pautas e instintos hasta ese momento imprescindibles y vitales, se convierten en prácticamente innecesarios. A partir de ese momento, la selección sobre la especie canina estará totalmente en la voluntad humana.




La morfología y el carácter de los perros han sido modificados por el hombre para satisfacer sus propias necesidades. Esa es su obra y también su responsabilidad. Conviene conocer las raíces del comportamiento canino para así ayudar a una mejor adaptación al mundo de los humanos, modificando sus instintos primarios sin ocasionar traumas en su carácter.

En los cánidos salvajes, es a partir de la novena semana de vida aproximadamente, cuando los padres, hasta entonces muy permisivos con la prole, comienzan a imponer su autoridad de forma inflexible.

El “sentido jerárquico” hay que imponerlo al cachorro para que éste pueda ser útil al grupo. Un animal díscolo, rebelde y sin sentido jerárquico es un verdadero peligro para la manada, por esta razón, tras el período posterior al  “imprinting”, el macho dominante en los cánidos salvajes provoca situaciones que sirvan para inculcar en los cachorros el sentido de la “subordinación”. Para ello establece prohibiciones, a veces arbitrarias, como la de que la prole no pueda coger un hueso que él deja provocadoramente ante ellos. Cuando alguno de los pequeños intenta apoderarse del hueso, le zarandea con gesto rápido, brusco y un tanto severo. Los cachorros, a pesar de esta severidad en las formas, aprenden a obedecer sin la menor secuela de miedo ni sumisión neurótica.

Nosotros, los criadores de yorkshire terrier y propietarios de cachorros yorkies, debemos conocer y tener muy en cuenta estas experiencias y aprovechar la “receptividad natural” en esta edad (de los dos meses a los cuatro, aproximadamente) para enseñar a nuestro Yorkie el “sentido jerárquico” en el grupo humano.

Para usar un lenguaje comprensible para el cachorro, es imprescindible emplear nuestras manos como sustitutas de la boca en la especie canina.

En los cánidos, la forma de luchar y castigar, no es mediante el golpe sino mediante el mordisco, por tanto, nunca debemos usar la extendida costumbre de golpear con un periódico o cualquier otro objeto a nuestro Yorkie.

Para reprenderle, le cogeremos con nuestra mano por la piel de la nuca, zarandeándole de forma rápida y muy enérgica, mientras le gritamos ¡NO!

El golpe provoca en el cachorro miedo, no “sumisión natural”. Evidentemente el golpe y el miedo consiguiente, aparentemente son “efectivos”, pero tienen el efecto colateral de distanciarnos de él en una relación armónica. Nunca hay que olvidar que el perro, aunque muy próximo en muchos aspectos a los humanos, es una especie distinta con códigos de lenguaje y comportamiento propios que debemos respetar para construir una relación perfecta con él.

EL JUEGO ES PRIMORDIAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN CARÁCTER FIRME

El juego es un impulso instintivo que se convierte en muchos mamíferos en pieza clave para la transmisión de enseñanzas. En los juegos de los cachorros de los cánidos se desarrollan tres comportamientos claves para la supervivencia de la especie: la lucha, la caza y la sexualidad.



Durante la fase de “socialización”, que sigue a la del “imprinting” y que se extiende durante los siguientes meses, la receptividad para el aprendizaje mediante el juego es impresionantemente grande, por lo que hay que aprovecharla al máximo.

En los juegos de “lucha” nos interesa que el cachorro de Yorkie aprenda a tomar conciencia de sus posibilidades, de su fuerza real comparada con la de los demás. Es muy peligroso, aunque a veces resulte gracioso, ver a un diminuto Yorkshire Terrier buscar el enfrentamiento, de forma agresiva, con perros de muy superior talla y peso. Eso significa una carencia del sentido de jerarquización, que se aprende en las luchas infantiles de la camada. Por eso es recomendable que los cachorros de Yorkshire Terrier permanezcan con sus hermanos de camada y con la madre el mayor tiempo posible.

También es importante que nosotros intervengamos en sus juegos, imponiendo una interrelación de jerarquía. Usaremos las manos como si fuesen una boca, buscando el cuello y tratando de inmovilizar al adversario.

El cachorro debe aprender en esos juegos que, en definitiva, nosotros siempre y en cualquier circunstancia, somos superiores a él, como lo dejan bien claro los padres a través del juego en el estado salvaje natural.

Si aprovechamos este período para establecer claramente la superioridad de nuestro rango, nos evitaremos más tarde tener que recurrir a la fuerza para conseguir una “falsa sumisión” del Yorkie en la edad adulta.

Otro comportamiento de juego está relacionada con los instintos de caza.

La disputa de un objeto entre los cachorros de yorkshire o las posiciones de provocación a la persecución, en posición de acecho, haciendo de cazador unas veces y de pieza a cazar otras, son simulaciones rituales instintivas, sustitutivas de la caza real.

Aunque en su vida actual nuestros Yorkies no necesitan cazar para subsistir, los instintos y pautas genéticas que su especie lleva, deben ser liberados.

El juego es el medio ideal para que respondan a los estímulos hereditarios y nosotros podemos ayudarles. Seguir rastros, recuperar objetos lanzados por el dueño, perseguir y ser perseguidos, luchas aparentes, usando nuestras manos como bocas de otro perro… Nuestro cachorro de yorkie, entre los dos y los cuatro meses, necesita de nuestra cooperación y del juego con otros cachorros para desarrollar adecuadamente su socialización. En esta etapa, conviene también tener presente, que no sólo nosotros, sino también otras personas de nuestro entorno, deben jugar y acariciar a nuestro cachorros.

Si no lo hacemos así, contribuiremos a crear un yorkshire terrier de “un sólo dueño”, en el que su socialización se limitará mucho a la figura del propietario  y la desconfianza crecerá respecto a los extraños, con sus consiguientes problemas.

En La Villa y Corte consideramos que la cría responsable no se debe centrar únicamente en buscar ejemplares de Yorkshire Terrier lo más bellos posible, sino también lo más equilibrados y sociables, sólo de esta forma, disfrutaremos plenamente de nuestro compañero Yorkie.

Si desea comprar un cachorro de Yorkshire Terrier, no dude en ponerse en contacto con nuestro criadero La Villa y Corte. Más de 300 títulos internacionales y una experiencia de varias décadas nos avalan. Más información

Carlos Salas y Ana Mesto

Jueces Internacionales de la Federación Cinológica Internacional (F.C.I.)
Jueces Especialistas de la raza Yorkshire
Criadores de Yorkshire Terrier con el afijo “La Villa y Corte”

  • Múltiple ganador de CAC, CACIB y Mejor de Raza
  • Multiganador de Grupos y BIS Jr.


Criador: Carlos Salas & Ana Mesto
Propietario: Encarna Martínez
Afijo: La Villa y Corte (www.lavillaycorte.com)
Teléfonos: +34 91 8977657 & +34 6295 11972
E-mail: info@lavillaycorte.com


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