Lina nació en la terraza de un bar en Castellón. Allí junto a sus tres hermanos y su madre, pasó el primer mes sin problemas, pero cuando empezaron a salir a la calle empezaron a ponerse en peligro. Al criarse entre los trabajadores y los clientes del bar son muy sociables pero llegó un momento que ya no podían estar porque salían a la calle y estaban a expensas de que alguien con malas intenciones o algún perro de los que paseaban por allí poco amantes de los gatos les pudiera hacer daño.

Dos de los cachorritos ya están adoptados. Ahora quedan Cluni y su hermana Lina. Están recogidos en casa de una voluntaria de Aspac esperando su oportunidad.

Es muy cariñosa, busca el contacto constante con la gente pero a la vez es independiente. Si está mucho rato sola cuando llegas se te sienta encima pidiéndote mimos y llega a tumbarse en tus piernas. Le gusta darse paseos por la casa buscando novedades. Le cuesta entrar en el juego pero una vez que se pone le gusta dar carreritas por el pasillo, esconderse, vigilarte y provocarte para que sigas jugando con ella.