A Pinto lo recogió Protección civil, debado de un coche, después de que una chica que paseaba a su perro lo viera allí, inmóvil. Tenía una fractura algo complicada de radio y cúbito, y las almohadillas todas heridas. Se buscó a sus propietarios, pero, a día de hoy, todavía nadie lo ha reclamado. Lo hemos operado y ahora está en el postoperatorio, con un fijador externo y unas agujas intramedulares. El fijador, si todo va bien, hay que retirarlo mes y medio después de la cirugía. Es un gato con un carácter estupendo, un macho tranquilo y bonachón, al que le encanta comer y dormir enroscadito.