Estaba en la calle muy asustada, yo no había nacido en la calle, mis humanos me abandonaron a mi suerte, por eso era tan arisca. Pero una chica empezó a darme de comer y a cuidarme, y se dió cuenta que yo no era salvajita. Me rescató y ahora estoy en Lara, recuperándome del tiempo que pasé en la calle y superando mi miedo a los humanos. Necesito una casa donde me quieran y poder volver a ser feliz. ¿Me ayudas a logar mi deseo? Contacto: adopciones@asociacionlara.org (691598283)