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Bulldog Inglés
Origen y evolución del Bulldog Inglés
Seccion: Razas Historia
Por © PETSmana
En este post repasaremos algunas de las teorías sobre los orígenes del bulldog inglés y describiremos cuál ha sido su evolución.
El bulldog inglés, que antaño luchaba contra toros, es tan valeroso y combativo que ha llegado a convertirse en símbolo de la nación británica y en un extraordinario representante de la especie canina. Tal y como indica su nombre, fue un perro de toros dedicado en un primer momento a hacer correr a las reses antes de su llegada al matadero ya que de esa manera conseguían que la carne fuera más tierna y sabrosa. En un primer momento, los carniceros de Gran Bretaña recurrieron a los antepasados del mastiff para llevar a cabo esta tarea, ya que era necesario utilizar perros lo suficientemente valientes como para enfrentarse a los toros.
En cuanto a los orígenes del mastiff, antepasado del bulldog inglés, no hay unanimidad de opiniones entre los expertos. Unos piensan que fueron los fenicios quienes los introdujeron en Gran Bretaña, mientras que otros atribuyen esta labor a los romanos. Sin embargo, existen referencias en los Comentarios del propio Julio César en los que hace referencia a molosos lanzados por los celtas contra las regiones romanas durante la conquista de la isla británica. Estas referencias nos llevan a pensar que estos molosos ya se encontraban en la isla al menos desde la expansión céltica y que los romanos los trasladaron a otras regiones del imperio para usarlos como perros de lucha en el circo. Por otro lado, es interesante saber que las tribus celtas que devastaron ciudades griegas y romanas lo hicieron ayudadas por perros de impresionante tamaño. Encontramos evidencias gráficas de estos animales en las piezas de arte celta expuestas en el museo de Copenhague donde se muestran perros de aspecto monstruoso.
En cualquier caso, durante la Edad Media se hicieron muy populares los enfrentamientos entre toros y perros y llegaron a considerarse pruebas deportivas. Sin embargo, en aquella época el mastiff ya habría quedado reservado para la nobleza, y existían las conocidas como “leyes del bosque” por las cuales los mastines de gran corpulencia que pertenecieran a villanos sufrirían la amputación de tres falanges de las patas delanteras. Es en este momento donde se origina el bulldog inglés, debido a que aquellos que no pertenecieran a la nobleza y quisieran organizar bull baitings, deberían utilizar perros de menor tamaño, tratando de que fueran igual de combativos que sus antepasados.
Edouard de Langley, oficial del rey Enrique IV, menciona en el Mayster of Game un mastiff de segunda categoría, con las orejas caídas, manchado y con los ojos pequeños. Este sería el primer antecesor del bulldog ingles. A principios del siglo XVI comienzan a surgir documentos sobre un perro denominado como bold-dog (perro lleno de audacia) y a finales de siglo aparece el término band-dog, definido por Willy Harrison como un perro de cuerpo poderoso y con aspecto sanguinario y amenazador, de carácter tozudo. A pesar de las diferencias en cuanto a las denominaciones, queda claro que durante el siglo XVI existieron los primeros ejemplares de bulldog inglés. El término se emplea por primera vez en 1632, por un tal Preston Earton, interesado en comparar las capacidades de los perros ingleses con las de los dogos de burgos, también luchadores con toros.
Los combates de animales llegaron a convertirse en una verdadera institución drante el reinado de Isabel I (1558-1603) y no fue hasta 1835 cuando el Parlamento británico prohibió el bull baiting. Por aquel entonces, el bull dog inglés estuvo a punto de desaparecer y no figuró en la primera exposición canina de 1859. Fue en la exposición de Birmingham, celebrada tan solo un año más tarde, cuando la raza se presentó por primera vez. El estándar describía un animal ancho y compacto, muy parecido al bóxer. Sin embargo, los criadores ser orientaron hacia un perro de pata más baja, aún más compacto y corto, con la cabeza más grande y la cara plana. Desde entonces, el estándar ha variado poco, aunque sí se hicieron algunas modificaciones como el aumento de peso de los 22kg a los 25kg.
A pesar de que algunos especialistas como Rawdon Lee trataron de desprestigiarlo, el bulldog inglés es hoy en día una de las razas más queridas y populares especialmente en Reino Unido y Estados Unidos.
En este post repasaremos algunas de las teorías sobre los orígenes del bulldog inglés y describiremos cuál ha sido su evolución.
El bulldog inglés, que antaño luchaba contra toros, es tan valeroso y combativo que ha llegado a convertirse en símbolo de la nación británica y en un extraordinario representante de la especie canina. Tal y como indica su nombre, fue un perro de toros dedicado en un primer momento a hacer correr a las reses antes de su llegada al matadero ya que de esa manera conseguían que la carne fuera más tierna y sabrosa. En un primer momento, los carniceros de Gran Bretaña recurrieron a los antepasados del mastiff para llevar a cabo esta tarea, ya que era necesario utilizar perros lo suficientemente valientes como para enfrentarse a los toros.
En cuanto a los orígenes del mastiff, antepasado del bulldog inglés, no hay unanimidad de opiniones entre los expertos. Unos piensan que fueron los fenicios quienes los introdujeron en Gran Bretaña, mientras que otros atribuyen esta labor a los romanos. Sin embargo, existen referencias en los Comentarios del propio Julio César en los que hace referencia a molosos lanzados por los celtas contra las regiones romanas durante la conquista de la isla británica. Estas referencias nos llevan a pensar que estos molosos ya se encontraban en la isla al menos desde la expansión céltica y que los romanos los trasladaron a otras regiones del imperio para usarlos como perros de lucha en el circo. Por otro lado, es interesante saber que las tribus celtas que devastaron ciudades griegas y romanas lo hicieron ayudadas por perros de impresionante tamaño. Encontramos evidencias gráficas de estos animales en las piezas de arte celta expuestas en el museo de Copenhague donde se muestran perros de aspecto monstruoso.
En cualquier caso, durante la Edad Media se hicieron muy populares los enfrentamientos entre toros y perros y llegaron a considerarse pruebas deportivas. Sin embargo, en aquella época el mastiff ya habría quedado reservado para la nobleza, y existían las conocidas como “leyes del bosque” por las cuales los mastines de gran corpulencia que pertenecieran a villanos sufrirían la amputación de tres falanges de las patas delanteras. Es en este momento donde se origina el bulldog inglés, debido a que aquellos que no pertenecieran a la nobleza y quisieran organizar bull baitings, deberían utilizar perros de menor tamaño, tratando de que fueran igual de combativos que sus antepasados.
Edouard de Langley, oficial del rey Enrique IV, menciona en el Mayster of Game un mastiff de segunda categoría, con las orejas caídas, manchado y con los ojos pequeños. Este sería el primer antecesor del bulldog ingles. A principios del siglo XVI comienzan a surgir documentos sobre un perro denominado como bold-dog (perro lleno de audacia) y a finales de siglo aparece el término band-dog, definido por Willy Harrison como un perro de cuerpo poderoso y con aspecto sanguinario y amenazador, de carácter tozudo. A pesar de las diferencias en cuanto a las denominaciones, queda claro que durante el siglo XVI existieron los primeros ejemplares de bulldog inglés. El término se emplea por primera vez en 1632, por un tal Preston Earton, interesado en comparar las capacidades de los perros ingleses con las de los dogos de burgos, también luchadores con toros.
Los combates de animales llegaron a convertirse en una verdadera institución drante el reinado de Isabel I (1558-1603) y no fue hasta 1835 cuando el Parlamento británico prohibió el bull baiting. Por aquel entonces, el bull dog inglés estuvo a punto de desaparecer y no figuró en la primera exposición canina de 1859. Fue en la exposición de Birmingham, celebrada tan solo un año más tarde, cuando la raza se presentó por primera vez. El estándar describía un animal ancho y compacto, muy parecido al bóxer. Sin embargo, los criadores ser orientaron hacia un perro de pata más baja, aún más compacto y corto, con la cabeza más grande y la cara plana. Desde entonces, el estándar ha variado poco, aunque sí se hicieron algunas modificaciones como el aumento de peso de los 22kg a los 25kg.
A pesar de que algunos especialistas como Rawdon Lee trataron de desprestigiarlo, el bulldog inglés es hoy en día una de las razas más queridas y populares especialmente en Reino Unido y Estados Unidos.
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