Los Posts de los PETSmaniacos sobre Mascotas (Perros y Gatos)
Ir a indice de Posts
Cinofobia: miedo anormal y desmedido por los perros.
Seccion: Curiosidades en General
Por © PETSmanía
La cinofobia se define como un miedo desmedido a los perros, normalmente se adquiere por algún tipo de trauma en la niñez. Esta fobia puede provocar sudores frÃos, taquicardia, hiperventilación, náuseas, dolores estomacales...
La cinofobia se define como un miedo desmedido a los perros, normalmente se adquiere por algún tipo de trauma en la niñez. Esta fobia puede provocar sudores fríos, taquicardia, hiperventilación, náuseas, dolores estomacales...
Este es un problema compartido por un gran número de personas, en los casos más extremos se puede acudir a terapia para superarlo. Rosa Vera, psicóloga que trata este tipo de fobias, explica: "Para desarrollar esta fobia no sólo se tiene que haber sido víctima de un evento traumático. También se puede haber sido testigo de un ataque hacia otra persona".
Por su parte, el educador y psicólogo canino Jesús Gutiérrez cree que "el miedo a estos animales se ve aumentado por la cantidad de casos de ataques a personas, lo que ha provocado una alarma social". Otro forma de desarrollar esta fobia es la “transmisión por imitación” es decir, en muchos casos los padres alimentado un miedo irracional en sus hijos con comentarios como "no te acerques, que te muerde".
Cabe señalar, que no es lo mismo sentir miedo que sentir fobia, según Vera: “Si siente un miedo desproporcionado, irracional y no justificado objetivamente que lleva al bloqueo o a evitar esas situaciones, usted padece cinofobia”.
Para superar esta fobia hay que estar mentalizado a enfrentarse al problema, el método que hasta el momento ha resultado más eficaz es la terapia de exposición "donde la persona se acerca gradualmente a la fuente de su fobia hasta que ya no es aterradora", afirma Gutiérrez.
El educador canino Borja Capponi, imparte actualmente cursos para superar este miedo. Él mismo sufrió esta fobia de pequeño: "Me mordieron algunos perros y un día pensé '¡ya no me muerden más!'". “Los perros tienen 300 millones de receptores en la nariz y cuando nos ponemos nerviosos nuestro cuerpo expulsa sustancias como adrenalina, endorfinas... El animal se alimenta de eso porque te ve inseguro", explica.
Ante la presencia de un perro, los individuos con cinofobia pueden reaccionar bloqueándose o huyendo, Capponi asegura que salir corriendo es lo peor que se puede hacer en esos casos: "Si un perro viene hacia nosotros descontrolado hay que tratar de no ponerse nervioso. Es difícil, pero debemos caminar de forma natural, como si no existiera para pasar desapercibidos". Si se trata de un perro tranquilo, “hay que dejar que nos huela para que nos identifique“.
La cinofobia se define como un miedo desmedido a los perros, normalmente se adquiere por algún tipo de trauma en la niñez. Esta fobia puede provocar sudores frÃos, taquicardia, hiperventilación, náuseas, dolores estomacales...
La cinofobia se define como un miedo desmedido a los perros, normalmente se adquiere por algún tipo de trauma en la niñez. Esta fobia puede provocar sudores fríos, taquicardia, hiperventilación, náuseas, dolores estomacales...
Este es un problema compartido por un gran número de personas, en los casos más extremos se puede acudir a terapia para superarlo. Rosa Vera, psicóloga que trata este tipo de fobias, explica: "Para desarrollar esta fobia no sólo se tiene que haber sido víctima de un evento traumático. También se puede haber sido testigo de un ataque hacia otra persona".
Por su parte, el educador y psicólogo canino Jesús Gutiérrez cree que "el miedo a estos animales se ve aumentado por la cantidad de casos de ataques a personas, lo que ha provocado una alarma social". Otro forma de desarrollar esta fobia es la “transmisión por imitación” es decir, en muchos casos los padres alimentado un miedo irracional en sus hijos con comentarios como "no te acerques, que te muerde".
Cabe señalar, que no es lo mismo sentir miedo que sentir fobia, según Vera: “Si siente un miedo desproporcionado, irracional y no justificado objetivamente que lleva al bloqueo o a evitar esas situaciones, usted padece cinofobia”.
Para superar esta fobia hay que estar mentalizado a enfrentarse al problema, el método que hasta el momento ha resultado más eficaz es la terapia de exposición "donde la persona se acerca gradualmente a la fuente de su fobia hasta que ya no es aterradora", afirma Gutiérrez.
El educador canino Borja Capponi, imparte actualmente cursos para superar este miedo. Él mismo sufrió esta fobia de pequeño: "Me mordieron algunos perros y un día pensé '¡ya no me muerden más!'". “Los perros tienen 300 millones de receptores en la nariz y cuando nos ponemos nerviosos nuestro cuerpo expulsa sustancias como adrenalina, endorfinas... El animal se alimenta de eso porque te ve inseguro", explica.
Ante la presencia de un perro, los individuos con cinofobia pueden reaccionar bloqueándose o huyendo, Capponi asegura que salir corriendo es lo peor que se puede hacer en esos casos: "Si un perro viene hacia nosotros descontrolado hay que tratar de no ponerse nervioso. Es difícil, pero debemos caminar de forma natural, como si no existiera para pasar desapercibidos". Si se trata de un perro tranquilo, “hay que dejar que nos huela para que nos identifique“.
Por su parte, el educador y psicólogo canino Jesús Gutiérrez cree que "el miedo a estos animales se ve aumentado por la cantidad de casos de ataques a personas, lo que ha provocado una alarma social". Otro forma de desarrollar esta fobia es la “transmisión por imitación” es decir, en muchos casos los padres alimentado un miedo irracional en sus hijos con comentarios como "no te acerques, que te muerde".
Cabe señalar, que no es lo mismo sentir miedo que sentir fobia, según Vera: “Si siente un miedo desproporcionado, irracional y no justificado objetivamente que lleva al bloqueo o a evitar esas situaciones, usted padece cinofobia”.
Para superar esta fobia hay que estar mentalizado a enfrentarse al problema, el método que hasta el momento ha resultado más eficaz es la terapia de exposición "donde la persona se acerca gradualmente a la fuente de su fobia hasta que ya no es aterradora", afirma Gutiérrez.
El educador canino Borja Capponi, imparte actualmente cursos para superar este miedo. Él mismo sufrió esta fobia de pequeño: "Me mordieron algunos perros y un día pensé '¡ya no me muerden más!'". “Los perros tienen 300 millones de receptores en la nariz y cuando nos ponemos nerviosos nuestro cuerpo expulsa sustancias como adrenalina, endorfinas... El animal se alimenta de eso porque te ve inseguro", explica.
Ante la presencia de un perro, los individuos con cinofobia pueden reaccionar bloqueándose o huyendo, Capponi asegura que salir corriendo es lo peor que se puede hacer en esos casos: "Si un perro viene hacia nosotros descontrolado hay que tratar de no ponerse nervioso. Es difícil, pero debemos caminar de forma natural, como si no existiera para pasar desapercibidos". Si se trata de un perro tranquilo, “hay que dejar que nos huela para que nos identifique“.
PETSMANIA
Nota: © PETSmanía no se responsabiliza de la informacion u opiniones vertidas en estos posts o noticias ni tiene por que estar de acuerdo con su contenido.























