Los gatos y la diabetes

Los gatos y la diabetes Gato de ojos verdes tumbado   ©

Los gatos también pueden sufrir diabetes al igual que las personas y en ellos cada vez es más frecuente. Los felinos mayores de ocho años son más propensos a padecerla, así como el sobrepeso y la falta de ejercicio son otros factores de riesgo. Alrededor de 15.000 gatos sufren o corren el riesgo de padecer diabetes en los hogares españoles. Los gatos castrados y machos son también más propensos junto con los otros factores señalados.

¿Qué es la diabetes en los gatos?

Se trata de una enfermedad grave y más común en los gatos de lo que se piensa que acorta la vida de nuestro gato. Se trata del primer transtorno hormonal que afecta a estos animales y con unos análisis de sangre en el veterinario donde se detectaría un nivel de glucosa en sangre persistente superior al normal se podría prevenir y tratar. Puede pasar cuando el gato se estresa por ir al veterinario, por ejemplo, que el nivel de azúcar puntualmente le salga alto; esto no quiere decir que sea diabético. Para comprobarlo habría que hacer también un análisis de orina.

La diabetes en los gatos es un desorden caracterizado por la presencia de una hiperglucemia o exceso de azúcar en la sangre persistente. El gato no puede crear la insulina necesaria, una hormona, la cual precisa para que su cuerpo funcione correctamente asimilando la glucosa; otras veces ocurre que sí fabrica insulina suficiente pero el cuerpo no la trabaja como debiera.

El cuerpo del gato no cuenta con la insulina suficiente para asimilar correctamente la glucosa que no llega a las células como tendría que hacerlo, con lo que el organismo del gato necesita recurrir a otras fuentes de energía alternativas: tiene que romper las grasas y las reservas de proteínas para generar el combustible que necesita.

Para asimilar los alimentos necesitamos tanto felinos como humanos romper los carbohidratos y proteínas de la comida en componentes más sencillos que puedan ser utilizados por los órganos y músculos y la insulina hace esta función para que nuestros órganos asimilien la glucosa. Cuando no funciona bien esta se acumula en la sangre y el gato debe beber mucho más poder expulsarla. 

¿Cuáles son los síntomas de diabetes en mi gato?

Entre los signos clínicos que aparecen están:

- Mayor apetito o polifagia

- Más sed o polidipsia

- Pérdida de peso

- Mayor nivel de orina o poliuria

- Menor interacción con la familia

- Falta de comportamiento de acicalado

- Pelaje seco, desgreñado

- Menor capacidad de salto

- Debilidad del tren posterior o postura plantígrada